Vaya al Contenido
El arroyo del muerto
En marzo de 1831 el procurador del municipio de León, don Francisco Domingo de Obregón propuso que se construyera un puente sobre el Arroyo del Muerto, a unos cuantos metros frente al Puente del Coecillo, justo a la entrada del industrioso barrio.
Ochenta años más tarde, en 1910, se encontraba en estado tan ruinoso que fue necesario demolerlo. El doctor Jesús Ibarra, que entonces presidía el ayuntamiento de León, mandó construir uno nuevo al que nombró Puente Independencia, pero cuyo título nadie aceptó y el pueblo continuó nombrándolo el Puente del Muerto.
La razón del nombre nos la da don Vicente González del Castillo en sus "Leyendas y sucedidos leoneses": "Una linda muchacha de El Coecillo venía diariamente, a cierta hora, a comprar lo que le era menester, a la que llamaban Placita de Santiago, y diariamente también, era esperada, al cruzar el arroyo, por Santos Ramírez, un guapo mozo al que Inesilla –era el nombre de ella-, no escatimaba tiernos mirares; pero uno de tantos matachines de que fue pródigo ese pueblo a pesar de perseguirla, recibía de ella cuantos malos modos podía, juró tomar venganza y una noche topó con Ramírez, y tras de insultar a éste soezmente, le provocó a pleito (…)".
El arroyo y puente del muerto, frente al Mercado República.
Le dijo: "Si es tan hombre, sígame". Llegaron caminando al jardín de San Francisco, y por la calle de San Juan, ya casi en el jardín del mismo nombre, en la esquina el despechado sujeto dio vuelta violentamente y hundió una enorme chaveta hasta el puño en el pecho de Santos Ramírez.
Todavía en 1963 (fecha en la que don Vicente escribió su obra) hubo en esa esquina una lápida en la pared que decía: "Santos Ramírez murió -5 de junio de 1826- Rogad a Dios por el descanso de su alma". Hoy en día ya no existe la casa ni la lápida, su lugar lo ocupa un moderno OXXO.
"El asesino supo esquivar por varias semanas la búsqueda que de él se hizo, y todo parecía ir cayendo en el olvido, cuando una madrugada del mes de agosto de ese mismo año, dos vecinos que venían de ese pueblo, al pasar por el arroyo famoso, en el ribazo más cercano al actualmente designado como Puente de El Coecillo, vieron con horror el cuerpo ya sin vida, y completamente destrozado a cuchilladas, del que traidoramente dio muerte a Santos, el preferido de Inesilla". –Culmina don Vicente González del Castillo.
La noticia corrió como pólvora por el barrio y el pueblo pronto comenzó a llamar a aquel arroyo y su puente con el nombre que ya pocos recuerdan y aún menos les provoca escalofríos: El Arroyo del Muerto.
Sírvase preferir a nuestro
amable patrocinador:
Regreso al contenido