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El Baluarte
Durante la guerra de independencia, la Villa de León fue escenario de variadas batallas. De hecho durante los casi once años que duró la lucha, el mando político no perteneció al ayuntamiento, sino a los militares de uno u otro bando.
Para defender la ciudad se tomaron varias medidas, entre ellas limitar el número de accesos a las calles principales, para lo cual se levantaron barreras y se abrieron trincheras en las esquinas.
Por aquel entonces el límite suroeste de la villa se encontraba en la ermita de La Soledad: "En la segunda mitad del Siglo XVIII, el costado sur del templo o ermita de la Soledad, es decir, lo que hoy ocupa el mercado conocido por ese nombre, era una plazuela umbría y melancólica, donde los pinos silvestres y los laureles alzaban sus copas al cielo y donde, en los atardeceres estivales, parvadas de tordos cruzaban por el horizonte dirigiéndose a sus nidales de los bosques cercanos.
En 1817, durante el virreinato de Juan Ruiz de Apodaca, se ordenó la construcción de un pequeño torreón de piedra donde hoy se cruzan las calles de Belisario Domínguez y Comonfort.
La plazuela se hallaba limitada al sur por la calle llamada de la Vera Cruz, hoy Belisario Domínguez; y en el cruce de esta con el arroyuelo, se alzaba una antiquísima torre, de estructura parecida a las medievales, levantada en el Siglo XVI. Esta torre, que para entonces contaba ya con dos venerables siglos de antigüedad, era conocida como "el baluarte", y sirvió a los leoneses para vigilar la villa y protegerla de los frecuentes ataques chichimecas.
Del otro lado del río, hacia el poniente (donde hoy se encuentra el Descargue Estrella), hubo un viejo cementerio, que a pesar de no hallarse inmediato a la plazuela, contribuía con sus enormes sauces y sus tordos estivales a aumentar la saudosa poesía de los crepúsculos.
Al frente de la ermita de la Soledad y de la contigua plazuela corría la calle llamada precisamente De La Soledad –hoy Comonfort- (…) En la esquina de esa calle con la de Vera Cruz –Comonfort y Belisario Domínguez-, una de cuyas fracciones se conoce hoy como el León de Bronce, estaba la enorme casona de los segundos marqueses de San Clemente". (León, cinco siglos contra viento y marea).
El Baluarte en el escudo de 1822.
En la parte posterior del templo y de la plazuela, corría un arroyuelo (…), que embovedado en los años cuarenta (del Siglo XX), se convirtió en la avenida Miguel Alemán.
Para defender el pueblo, en 1817, durante el virreinato de Juan Ruiz de Apodaca, se ordenó la construcción de un pequeño torreón de piedra en aquella zona, exactamente donde hoy se cruzan las calles de Belisario Domínguez y Comonfort.
Pasó a la historia como "El Baluarte" y medía apenas unos 15 metros de alto, pero desde su cima se daba la alarma al acercarse el enemigo o alguna gavilla de bandidos.
Fue destruido en 1851 (por aquel entonces era propiedad de un tal don Cipriano Montes de Oca), durante la jefatura política de don Miguel Obregón y Portillo. De hecho, la piedra de la que estaba fabricada, se aprovechó para construir parte de la Calzada de los Héroes.
Sabemos cómo era porque se plasmó en dos escudos de la ciudad, uno de 1822 y otro de 1825. Ninguno de los dos fue escudo de armas oficial, pues León aún no alcanzaba el título de ciudad.
El Baluarte en el escudo de 1825.
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