"Atentado" contra
Pancho Villa
Semanas antes, el tenor italiano Benito Goribari se encontraba en León, donde daría una función de gala en el Teatro Doblado.
Para llegar a la ciudad debió cruzar el Puente de la Calzada, paso obligado en ese entonces… Nunca se imaginó que días más tarde ese puente sería lo último que sus ojos verían.
Una tarde se encontraba el tenor ensayando su acto en el escenario, vestido elegantemente, cuando fue interrumpido por el sonar de las botas del general Concepción Ballesteros y su guardia, quienes traían órdenes de apresarlo, pues corría el rumor de que el italiano había suministrado dinamita a los enemigos del general Serratos para llevar a cabo un atentando contra él y contra Villa en la Casa de las Monas.
Para llegar a la ciudad debió cruzar el Puente de la Calzada, paso obligado en ese entonces… Nunca se imaginó que días más tarde ese puente sería lo último que sus ojos verían.
Una tarde se encontraba el tenor ensayando su acto en el escenario, vestido elegantemente, cuando fue interrumpido por el sonar de las botas del general Concepción Ballesteros y su guardia, quienes traían órdenes de apresarlo, pues corría el rumor de que el italiano había suministrado dinamita a los enemigos del general Serratos para llevar a cabo un atentando contra él y contra Villa en la Casa de las Monas.
El tenor italiano Benito Goribar fue fusilado bajo el puente de la calzada por los villistas.
Lo llevaron atado de manos, casi arrastrado por un caballo a lo largo de toda la calle Real de Guanajuato (hoy Madero). Pasaron la Calzada, pero en lugar de cruzar el puente bajaron al río. Allí lo colocaron contra el pilar del segundo arco. Le ofrecieron vendarle los ojos, pero él le respondió al general Ballesteros: "No la necesito… y te regalo mi vestuario que para nada sirve a un muerto".
Su cuerpo fue llevado a la capital del país donde fue enterrado ante la imposibilidad de enviarlo a su país de origen.
Días más tarde trascendió que todo había sido un rumor y que jamás hubo planes de un atentado dinamitero.
Su cuerpo fue llevado a la capital del país donde fue enterrado ante la imposibilidad de enviarlo a su país de origen.
Días más tarde trascendió que todo había sido un rumor y que jamás hubo planes de un atentado dinamitero.
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