Cuatro argentinos
bien vestidos
Una
calurosa noche de agosto de 1944 bajaron en la estación de ferrocarriles de
León cuatro argentinos bien vestidos. Tomaron un taxi que los llevó al Hotel
México, que hoy en día es la casa de la cultura Diego Rivera, ubicada en el
entonces Jardín de la Industria (Plaza de los Fundadores) y allí pasaron la
noche.
Por la mañana tomaron su desayuno en el famoso restaurant del hotel y acto seguido, vestidos con traje de baño, playera y huaraches, salieron a buscar un coche de sitio. Una vez a bordo, le solicitaron al conductor que los llevara a la playa más cercana… pelando tremendos ojos el chofer les indicó que Acapulco se encontraba a 700 kilómetros de distancia y que tardarían dos días en llegar.
¿No hay playa en Veracruz? –preguntó el enorme argentino bigotón. ¿Veracruz? ¡Estamos en León Guanajuato! –les contestó el ruletero.
Aquellos cuatro argentinos eran el portero Miguel Armando Rugilo, el defensa Antonio Battaglia, el mediocampista Marcos Aurellio y el extremo izquierdo Ángel Fernández; por quienes la directiva del nuevo Club León acababa de pagar la cantidad de 50 mil pesos de aquella época.
Por la mañana tomaron su desayuno en el famoso restaurant del hotel y acto seguido, vestidos con traje de baño, playera y huaraches, salieron a buscar un coche de sitio. Una vez a bordo, le solicitaron al conductor que los llevara a la playa más cercana… pelando tremendos ojos el chofer les indicó que Acapulco se encontraba a 700 kilómetros de distancia y que tardarían dos días en llegar.
¿No hay playa en Veracruz? –preguntó el enorme argentino bigotón. ¿Veracruz? ¡Estamos en León Guanajuato! –les contestó el ruletero.
Aquellos cuatro argentinos eran el portero Miguel Armando Rugilo, el defensa Antonio Battaglia, el mediocampista Marcos Aurellio y el extremo izquierdo Ángel Fernández; por quienes la directiva del nuevo Club León acababa de pagar la cantidad de 50 mil pesos de aquella época.
El
portero Miguel Armando Rugilo, el defensa Antonio Battaglia, el mediocampista
Marcos Aurellio y el extremo izquierdo Ángel Fernández (Foto tomada de www.nacionesmeralda.com.mx)
Ellos tenían
entendido que venían contratados por el equipo de aquel puerto, y el asistente
que los trajo a México y luego a León, nunca les avisó que el pago lo había
realizado primero el equipo del bajío, al que ahora pertenecían.
El acta constitutiva del equipo León se había firmado el 16 de mayo de 1944 y se inscribió con el nombre de "Unión León". Se trataba de un equipo básicamente amateur que en sus filas recibió jugadores de todo el estado de Guanajuato, pero principalmente de Irapuato y de El Unión de Curtidores.
El nombre de Unión León se utilizó solamente en el torneo de copa, en el que tuvo que enfrentar al Atlas y al Guadalajara, perdiendo ambos partidos.
La directiva del primer equipo quedo formada por don Pilar Ramírez como presidente, don Florencio Quiroz como tesorero y don Antonio Morales como secretario, además de don Sebastián Martínez, quien luego sería presidente también.
A la mesa directiva se unirían poco después don Pedro Pons, el doctor José Castro Amézquita y don José Julio Ramírez entre otros, quienes se encargaban de pagar a jugadores los gastos de alimentación y hospedaje cuando jugaban fuera de la ciudad.
Durante los juegos de copa, los directivos del León descubrieron que los demás equipos jugaban con extranjeros, sobre todo argentinos y españoles, por lo que decidieron reforzar sus líneas con jugadores traídos de Argentina. Se ponen en contacto con los directivos del equipo bonaerense Vélez Sársfield y es así como se hacen de aquellos cuatro argentinos que causaron furor en León… y no sólo entre los aficionados al futbol, pues las jovencitas de aquellos años se amontonaban junto a la “Fuente Morisca” que había en el jardín para ver entrar y salir del hotel a los guapos gauchos que habían llegado al pueblo.
El acta constitutiva del equipo León se había firmado el 16 de mayo de 1944 y se inscribió con el nombre de "Unión León". Se trataba de un equipo básicamente amateur que en sus filas recibió jugadores de todo el estado de Guanajuato, pero principalmente de Irapuato y de El Unión de Curtidores.
El nombre de Unión León se utilizó solamente en el torneo de copa, en el que tuvo que enfrentar al Atlas y al Guadalajara, perdiendo ambos partidos.
La directiva del primer equipo quedo formada por don Pilar Ramírez como presidente, don Florencio Quiroz como tesorero y don Antonio Morales como secretario, además de don Sebastián Martínez, quien luego sería presidente también.
A la mesa directiva se unirían poco después don Pedro Pons, el doctor José Castro Amézquita y don José Julio Ramírez entre otros, quienes se encargaban de pagar a jugadores los gastos de alimentación y hospedaje cuando jugaban fuera de la ciudad.
Durante los juegos de copa, los directivos del León descubrieron que los demás equipos jugaban con extranjeros, sobre todo argentinos y españoles, por lo que decidieron reforzar sus líneas con jugadores traídos de Argentina. Se ponen en contacto con los directivos del equipo bonaerense Vélez Sársfield y es así como se hacen de aquellos cuatro argentinos que causaron furor en León… y no sólo entre los aficionados al futbol, pues las jovencitas de aquellos años se amontonaban junto a la “Fuente Morisca” que había en el jardín para ver entrar y salir del hotel a los guapos gauchos que habían llegado al pueblo.
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