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Los conquistadores
Cristóbal Colón llegó al "nuevo" continente, que luego sería bautizado como "América", en 1492. Veintisiete años después llegó a costas mexicanas Hernán Cortés… para 1521, en solo dos años, el Imperio Mexica había dejado de existir. Fueron suficientes cerca de 1,200 españoles y la ayuda de los pueblos sojuzgados  por los aztecas.
Gilberto Guerra Mulgado, en su obra "León: Su fundación y sus Túneles" escribe: "Después de mostradas las evidencias minerales y humanas al Rey Carlos V; y contadas una serie de historias acerca de la existencia de inmensos tesoros, los intereses políticos y económicos, determinaron seguir adelante en lo que ya no era considerada una aventura, sino una empresa." Así, los conquistadores avanzaron al corazón de aquellas tierras en busca de fortuna y llegaron a los territorios que ocuparían los estados de Querétaro, Michoacán y Guanajuato, que en esos días formaban la provincia de la Nueva España, vecina de Nueva Galicia, que comenzaba en los que hoy es Jalisco.
Por ese entonces llegaba a su adolescencia el español Juan de Jasso, hijo de una rica familia española, quien por puro afán de aventura se embarcó a las nuevas tierras en 1523 y participó en numerosas expediciones al lado de Hernán Cortés.
En sus "Efemérides", dos Sóstenes Lira escribe: "1530. Abril – Pedro Almíndez Chirinos, después de una larga travesía, pasa por Lagos y Comanja y algunos de sus soldados llegaron al Valle de Huastatillos, correspondiente a doña Beatriz Ponce De León, Condesa de Haro, y le llamaron Valle de Señora (…)". Otra versión de porqué se le llamó Valle de Señora, dice que: "En un asalto que los indios rebeldes de este lugar dieron al Puerto de Robledal, se trajeron a una señora respetable y habiendo los suyos investigado su paradero, encontraron su cadáver en la corriente que baña el píe de la Loma de la Soledad".
Varios años más tarde, en 1540, don Juan de Jasso conoció la "Gran Chichimeca" –como también se le nombraba a la zona del bajío-  a donde fue enviado con el fin de someter a los indios rebeldes. Ya por acá solicitó al virreinato le fueran mercedadas aquellas tierras. En 1546 le concedieron Comanja de Jasso (hoy Comanjilla) para que criara ganado mayor (vacas y caballos); más adelante, el 21 de marzo de 1551, el segundo virrey don Luis de Velasco le cedió una fértil estancia en el Valle de Señora, donde ahora se encuentra la ciudad de León.
Mariano González Leal escribe en su obra "León, Trayectoria y Destino": "En 1552 realizó Jasso el más importante descubrimiento de su existencia: las minas de Guanajuato, en la estancia bañada por el río del mismo nombre y mercedada al sevillano Rodrigo Vázquez. La influencia que aquello proporcionó al indómito navarro y sus valimientos ante la Corte Virreinal le propiciaron, a la par que grandes envidias, el aumento de sus propiedades e intereses en el Bajío."
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