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Paco "El Rebeco"

La  película "Rebelde sin causa", estelarizada por James Dean, se estrenó en  Estados Unidos en 1955, aunque tardó poco más de un año en llegar a  nuestra ciudad, precisamente al cine Hernán.
El filme resultó ser una  inspiración para decenas de jóvenes leoneses que muy pronto formaron  pandillas de motociclistas; todos enchamarrados y con el pelo  envaselinado se hicieron llamar "Rebecos", y eligieron como lugar de  reunión la fuente de sodas "La Copa de Leche", situada en la esquina  noroeste de la Plaza de los Fundadores.
A Paco, un joven vendedor de  electrodomésticos en Casa Nieto, le gustaba jugar a ser "Rebeco". Se  había comprado una moto Triumph negra que presumía por todos lados y que  le encantaba correr en competencias a lo largo de la mal asfaltada  carretera a Silao.
En una ocasión le ganó una considerable suma de  dinero a Ramiro, su competidor más cercano, quien juró vengarse,  aduciendo que la máquina de Paco estaba "tocada".

Así lucía el Jardín de la Industria, en donde se reunían los "Rebecos" en la década de 1950.

Nada de  esto le gustaba a Rocío, una guapa y muy seria secretaria que también  trabajaba en Casa Nieto y que era la novia de Paco. Cuando salían por  las tardes, Rocío prefería ir a Helados Irma, en el Pasaje Catedral, que  era donde se reunían las parejitas decentes.
Un sábado por la tarde Paco fue a San Juan de Dios, que era donde vivía su novia; dejo la moto frente a su casa -pues irían al cine- y Rocío, que sólo usaba faldas, nunca se subiría en el armatoste aquel.
Pasaron  una romántica tarde juntos, pero comenzando a anochecer, como todo  caballero respetuoso hacía en aquella época, llevó a Rocío a su casa.  Apenas dieron vuelta a la esquina, el corazón de Paco sufrió un infarto:  ¡Su moto no se encontraba donde la había dejado!

En el Pasaje Catedral se encontraba la fuente de sodas "Irma".

De  inmediato se imaginó que Ramiro la había robado… sin despedirse salió  corriendo rumbo a la Copa de Leche. Desde lejos reconoció a su enemigo y  sin mediar palabra comenzó a golpearlo. En cuestión de segundos la  palomilla de Ramiro se metió a defenderlo y medio mataron a golpes al  solitario Paco.
Como pudo regresó a casa de su novia. Tocó la puerta y  abrió su suegro, quien no pudo ocultar una cara de sorpresa al ver al  joven con la camisa desgarrada, un ojo cerrado, sangre seca saliéndole  de la nariz, pero una amplia sonrisa a la que le faltaba un diente.
¿De qué te ríes si estás todo golpeado? – Le preguntó el suegro. ¡Mi moto, encontré mi moto! –Respondió Paco.
Perfectamente  estacionada en el zaguán estaba la Triumph. El padre de Rocío la había  metido a la casa cuando se dio cuenta que la tarde amenazaba lluvia.

En esta esquina se encontraba "La Copa de Leche, donde se reunían los "Rebecos" por las tardes. Así luce hoy en día...
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