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El Hotel Rex

La hoy Plaza de los Mártires del 2 de Enero se trazó en 1576 como un cuadrado perfecto de trescientos sesenta pies por lado. No existía la pequeña manzana donde hoy se encuentra el "Portal Guerrero", así que se extendía hasta la calle Belisario Domínguez.
Pero en 1737, el virrey Juan Antonio de Vizarrón y Eguiarreta, famoso por sus trinquetes, permite que se venda a particulares esta parte del jardín. Inmediatamente los vecinos pusieron el grito en el cielo, pero de nada les sirvió.
Entre los afectados se encontraba la familia Sardaneta y Legaspi, cuya casa se ubicaba en la esquina de las que hoy son las calles de 5 de Febrero y Pino Suárez (antes Oratorio y Condesa), pues aquella obra les robaría la vista de la plaza que tenían desde la ventana de su sala.
En el siglo XIX la familia Peña Quijano compra aquella mansión, que luego sería propiedad de la señora Leonor Aranda Martínez de Gay, quien en 1954 la pone a la venta y es adquirida por don Ignacio González Herrera para construir allí el hotel de sus sueños.
Don Ignacio nació en Lagos de Moreno en 1920, quedó huérfano de padre a los siete años y fue a vivir junto con su madre a la Ciudad de México, donde realizó toda suerte de trabajos, lo que le permitió estudiar Química; al mismo tiempo que debutó como actor en algunas películas mexicanas, algunas al lado de Jorge Negrete.
Asustada por el “pegue” que tenía el joven Nacho con las jóvenes actrices, su mamá fingió que la altura de la ciudad la afectaba y lo obligó a que se mudaran a la ciudad de León en 1937.

El que sería el “El Hotel Real Rex” comenzó a construirse el 1 de enero de 1955, finalizando la obra el 12 de diciembre de 1963.

Una vez acá, vendió paletas heladas en un carrito y también aguas frescas, pero luego don Pedro Pons le ofreció laborar en su “Droguería Francesa”, trabajo que le permitió ahorrar lo suficiente para abrir su propia farmacia en 1945, en un localito de la calle Pino Suárez, donde hoy se encuentran las famosas “Tortas del Plaza”. El negocio lo bautizó como “Súper Farmacia Rex”.
“La farmacia le dio mucho a Don Nacho; muchas experiencias, miles de anécdotas, miles de personas que conoció y lo conocieron -Me platica Jorge Alfonso Rámirez-. En el año de 1946 se hizo novio de la que sería su esposa, la señora María del Rosario Ramírez; compañera siempre fiel en todos los aspectos. Ella platica que trabajó en TELMEX cuando se fusionaron Ericsson y la telefónica Bell… y cuando salía de trabajar se iba a ayudarle . Ella se enseñó a inyectar y cobraba un peso por cada inyección, mismos que iban a la alcancía para cumplir los sueños de Don Nacho de hacer un hotel”.
Después de tirar la vieja casona, el que sería el “El Hotel Real Rex” comenzó a construirse el 1 de enero de 1955, finalizando la obra el 12 de diciembre de 1963. Contaba con 96 habitaciones y se convirtió en uno de los cinco edificios más altos de la ciudad. El corte del listón corrió a cargo del gobernador Juan José Torres Landa y la bendición por el R.P. Vicente Zamora.
En sus mejores tiempos, en los salones de fiestas se presentaron artistas de la talla de Olga Breeskin, Armando Manzanero, José Alfredo Jiménez, la India María, Pedro Vargas, los Dandys y José José.
Nos cuenta don Alfonso Ramírez: “Algunas personas decían que Don Nacho se había encontrado dinero al escarbar cuando se hacia el edificio, a lo que él contestaba “El dinero solo se encuentra trabajando duro, ese es el único dinero que me he encontrado”.
Don Nacho fue un hombre de 1.85 metros de altura, de voz ronca y potente, pero con un corazón de oro, siempre dispuesto a ayudar a los demás. Estaba muy orgulloso de sus raíces mexicanas y era fiel católico, muy devoto de la Virgen de Guadalupe. Fue miembro importante de la asociación mexicana de charrería y gracias a él, el estado de Guanajuato cedió la propiedad del lienzo charro a dicha asociación.
Don Ignacio González falleció el 20 de noviembre de 2008.

El famoso anuncio luminoso del Hotel Rex se incendió en abril de 2012 (Foto de Ademir Franco).
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