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El Teatro Doblado
En 1869 el ayuntamiento decidió vender el edificio del "Mesón de las Delicias" (hoy Casa de la Cultura), que desde octubre de 1864 y hasta marzo de ese año, fue utilizado para oficinas municipales. Allí estuvieron la Sala Capitular, las Prefecturas Política y Municipal, El Juzgado de Letras y los de Paz. Antaño propiedad de la familia Arcocha, el dinero de la venta fue utilizado para la construcción de un teatro.
Los terrenos donde se instalaría ese nuevo escenario le fueron comprados a los señores don Cleofas Marmolejo y don Claudio Lozornio, y estaban ubicados en la calle de Lucero número 9, esquina con la calle de La Compañía, que hoy vendrían siendo Hermanos Aldama y Pedro Moreno.
Los planos le fueron encargados a don José Noriega, destacado dibujante y arquitecto de la capital del país. Don Herculano Ramírez fue designado maestro de obras.
El historiador leonés, don Sóstenes Lira, describe en sus memorias el momento de la colocación de la primera piedra: "1869, 31 de diciembre.- Hacía 24 años que se proyectaba en esta ciudad la construcción de un teatro; por fin a las 10:00 a.m. de este día, los señores Manuel Cánovas y Joaquín González colocaron la primera piedra del teatro Gorostiza, que al terminarse se dedicó al Sr. Doblado…"
Grabado de Posadas para la La Gacetilla la noche de su inauguracion el 15 de septiembre de 1880.
Llegó un momento en que el dinero se acabó y el gobierno del estado comenzó a ayudar a ratos, por lo que la construcción se convirtió en un evento intermitente; hasta el 6 de julio de 1875, fecha en que el gobierno anunció que no habría más ayuda económica… y la construcción del coliseo se suspendió definitivamente. Dos años después, siendo ya jefe político del departamento de León el coronel Cecilio Estrada, se reanuda la obra y la ayuda oficial no faltará más hasta su culminación.
"Con este nuevo impulso, se inició la segunda etapa constructiva del teatro, que abarcó del año de 1877 al de su inauguración de 1880, en las que, las corridas de toros promovidas por particulares, alguna faenas populares y una última inyección de fondos municipales y estatales aportaron los capitales suficientes para su total terminación". Escribe don Mariano González en "León, cinco siglos contra viento y marea".
El 10 de agosto de 1880 los representantes de una Junta Patriótica, organizadora de las fiestas de septiembre, sugieren al cabildo que se solemnice el aniversario de la independencia y la inauguración del teatro en un solo evento. Se acepta la propuesta y se autoriza gastar hasta quinientos pesos en ambas festividades.
En un principio planeado para honrar la memoria del dramaturgo, periodista y diplomático hispanomexicano Manuel Eduardo de Gorostiza, el teatro es finalmente dedicado a don Manuel Doblado, el más notable estadista liberal nacido en Guanajuato y que había fallecido unos años atrás en Nueva York.
El costo total de la obra del Teatro Doblado ascendió a ciento ochenta y tres mil pesos.
Interior original del teatro.
La noche del 15 de septiembre, poco antes de las ocho de la noche, cientos de elegantes carruajes tirados por caballos concurrieron en aquella esquina para dejar a sus importantes ocupantes frente al nuevo coloso. Los recibía una bien iluminada fachada neoclásica, formada por cuatro grandes columnas que sostenían un frontón triangular de cantera. Después de pasar por un pórtico de hierro, los asistentes se encontraban con un amplio vestíbulo alfombrado, en el que había dos cantinas y un ancho pasillo. Ya en el salón principal se dirigían a cualquiera de las 2,000 butacas o a los palcos dispuestos en forma de herradura.
El escenario era de gran capacidad y lo separaba del salón un hermoso arco, decorado con estuco, bajorrelieves y dorados.
Para el espectáculo de esa noche no se contrataron artistas de renombre, por el contrario, el programa se compuso con artistas de la localidad y sus alrededores.
Grandes figuras mexicanas y extranjeras se presentaron a lo largo de los años, entre ellos Angela Peralta, Juan de Dios Peza y Jaime Nunó. Desafortunadamente después de la guerra revolucionaria el municipio abandonó el mantenimiento del inmueble, que terminó sus días como cine "piojito".
Para 1954 se creó un patronato de administración que decidió demoler el inmueble, del que sobrevivió solamente la fachada, la cual permaneció en estado ruinoso sexenio tras sexenio durante casi 20 años; hasta el 15 de febrero de 1975, cuando el entonces gobernador Luis H. Ducoing creó otro patronato que finalmente se encargó de reconstruir y dar vida al teatro que hoy sigue en pie.
Para 1954 se creó un patronato de administración que decidió demoler el inmueble, del que sobrevivió solamente la fachada, la cual permaneció en estado ruinoso sexenio tras sexenio durante casi 20 años; hasta el 15 de febrero de 1975.
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