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La cárcel municipal
El 17 de agosto de 1899, el jefe político de la ciudad, don José María Muñoz Ledo, tomando en cuenta la insalubridad del edificio que la cárcel ocupaba en el pasaje de “Las Tullerías” (Pasaje Catedral), ordenó que se diera principio a la construcción de uno nuevo en la esquina de las calles del Oratorio y de los Ángeles (Belisario Domínguez y Justo Sierra).
El lugar elegido para la construcción del nuevo penal había sido durante el virreinato la llamada “Casa del Diezmo”, que luego fue el Monte de Piedad y hasta esa época lo había ocupado el hospicio de las Hermanas de la Caridad.
Propiedad original del presbítero José María Valverde, el inmueble se convirtió en la mencionada casa de cuna hasta junio de 1878, año en que se clausuró la capilla del hospital de los ‘Padres Juaninos”’, lo que provocó el desalojo del hospicio.

     

Posteriormente, se solicitó a Herculano Ramírez la adaptación de la casa para convertirla en cárcel. Los trabajos de adaptación se realizaron en la última década del siglo XIX y el 27 de octubre de 1902 se inauguró oficialmente el inmueble con sus nuevas funciones.

El 17 de agosto de  1899, el jefe político de la ciudad, ordenó que se diera principio a la  construcción de una nueva cárcel en la esquina de las calles del  Oratorio y de los Ángeles (Belisario Domínguez y Justo Sierra).
La construcción de la nueva cárcel resultó en un hermoso edificio de puro estilo neoclásico, cuya fachada, construida de bellas lozas de mármol veteado, fue, el decir de muchos, superior al objeto que se hallaba destinado: el edificio penitenciario leonés fue, en su tiempo, uno de los más adecuados que se construyeron en el mundo para tal objeto.
Al ser inaugurado se trasladaron a la planta baja los juzgados de lo criminal, mientras los juzgados de lo civil se acomodaron en el primer piso.
Fue hasta 1986 que fue construida otra prisión a las afueras de la ciudad de León. El miércoles 30 de junio de ese año, por la madrugada, fueron trasladados los presos.
En 1994 se instaló allí la Biblioteca Pública Wigberto Jiménez Moreno, iniciando así con las actividades culturales en el edificio de la Ex Cárcel.

       

En 1999 se otorgó la custodia del edificio al Instituto Cultural de León y, después de doce años de albergar sus oficinas, se convierte en El Museo de las Identidades Leonesas, encargado de guardar la memoria colectiva de las actividades locales que reafirman el concepto de lo que es ser leonés.
La cárcel municipal en la década de 1930.
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