Otras batallas insurgentes
en León
A finales de octubre de 1811, la fuerzas revolucionarias de los primos salmantinos Albino "el manco" García y Pedro García atacaron la población, pero fueron derrotados por José Manuel Gutiérrez de la Concha y obligados a replegarse por el rumbo de Los Castillos.
En febrero de 1812, Gutiérrez de la Concha fue a Salamanca y se hospedó en la casa de un anciano apellidado González que comulgaba con las ideas de independencia. Al enterarse de ello don Manuel, lo mandó fusilar allí mismo sin atender a las súplicas y lágrimas de la familia.
Los hijos del anciano juraron venganza y se pusieron de acuerdo con Pedro García para vengar la muerte de su padre atacando la villa de León.
"El subdelegado salió a batirlas; los religiosos del convento de San Juan de Dios le gritaban a voz en cuello suplicándole que retrocediera (…); pero el señor De la Concha oyó con desprecio aquellas súplicas y siguió hasta los terrenos de la hacienda de San Nicolás, donde repentinamente se vio rodeado del enemigo que lo destrozó completamente" (León, cinco siglos contra viento y marea).
En febrero de 1812, Gutiérrez de la Concha fue a Salamanca y se hospedó en la casa de un anciano apellidado González que comulgaba con las ideas de independencia. Al enterarse de ello don Manuel, lo mandó fusilar allí mismo sin atender a las súplicas y lágrimas de la familia.
Los hijos del anciano juraron venganza y se pusieron de acuerdo con Pedro García para vengar la muerte de su padre atacando la villa de León.
"El subdelegado salió a batirlas; los religiosos del convento de San Juan de Dios le gritaban a voz en cuello suplicándole que retrocediera (…); pero el señor De la Concha oyó con desprecio aquellas súplicas y siguió hasta los terrenos de la hacienda de San Nicolás, donde repentinamente se vio rodeado del enemigo que lo destrozó completamente" (León, cinco siglos contra viento y marea).
Manuel Gutiérrez de la Concha fue abatido por los insurgentes en las inmediaciones de San Juan de Dios, cerca de la hacienda de San Nicolás.
Substituyó a Gutiérrez de la Concha en la subdelegación de la villa, don Luis Gómez de Barreda, a quien correspondió la formación de numerosas causas de infidencia a leoneses que mostraron simpatías por la causa insurgente.
Fue también él quien tomó medidas sanitarias tendientes a evitar las epidemias debido a la profusión de muertos, por lo que el 21 de septiembre de 1812 creó el nuevo camposanto de La Soledad (Hoy Descargue Estrella) por orden de Su Majestad para sepultar todo cadáver sin excepción de persona ni estado, quedando prohibido sepultar en los templos.
El 6 de febrero del año siguiente don Luis Gómez fue fusilado por los insurrectos, siendo sustituido por el que sería el penúltimo de los subdelegados, el criollo don Miguel de Obregón.
Fue también él quien tomó medidas sanitarias tendientes a evitar las epidemias debido a la profusión de muertos, por lo que el 21 de septiembre de 1812 creó el nuevo camposanto de La Soledad (Hoy Descargue Estrella) por orden de Su Majestad para sepultar todo cadáver sin excepción de persona ni estado, quedando prohibido sepultar en los templos.
El 6 de febrero del año siguiente don Luis Gómez fue fusilado por los insurrectos, siendo sustituido por el que sería el penúltimo de los subdelegados, el criollo don Miguel de Obregón.
En la casona donde hoy se encuentra la Casa de la Cultura, vivió don Manuel Gutiérrez de la Concha. La foto corresponde a la década de los cuarenta del Siglo XX.
El 17 de ese mismo mes atacaron sin éxito la villa de León más de dos mil insurgentes. La batalla, que duró desde el amanecer hasta las tres de la tarde, terminó bajo del dominio del conde de Pérez Gálvez, coronel del regimiento de los Dragones del Príncipe y comandante militar de León.
En un principio los insurgentes se apoderaron de las azoteas, pero el conde los desalojó de las plazas de San Juan de Dios y de la plaza de Santiago. El puesto principal estuvo a cargo del teniente Esteban Rosas con un cuerpo de reservas y un cañón que colocaron en el cerro de La Soledad (Bellavista). Los insurgentes huyeron rumbo al Cerro Gordo.
En un principio los insurgentes se apoderaron de las azoteas, pero el conde los desalojó de las plazas de San Juan de Dios y de la plaza de Santiago. El puesto principal estuvo a cargo del teniente Esteban Rosas con un cuerpo de reservas y un cañón que colocaron en el cerro de La Soledad (Bellavista). Los insurgentes huyeron rumbo al Cerro Gordo.
El subdelegado don Luis Gómez de Barreda, en 1812, mandó crear el camposanto de La Soledad donde hoy se encuentra el Descargue Estrella. La foto es de finales de los años cincuenta.
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