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Un novio
para dos hermanas

El actor Fernando Luján fue homenajeado por su destacada trayectoria en el cine el 9 de noviembre de 2018 durante la cuarta edición del Festival Internacional de Cine de León.
Don Fernando, quien falleció dos meses después de recibir el homenaje, regresaba a nuestra ciudad cinco décadas después de filmar la película “Un novio para dos hermanas” al lado de las gemelas españolas Pili y Mili, que eran la sensación joven del momento; además de los primeros actores Joaquín Cordero, Ángel Garasa y doña Sara García.
La mayor parte de aquella cinta se filmó en la capital del estado, invitados por el entonces gobernador Juan José Torres Landa, quien andaba promoviendo la entidad por todos lados con su “Plan Guanajuato”.
Unas pocas escenas se rodaron en León, sobre todo en la Plaza de los Mártires del 2 de enero, frente al edificio de “Las Fábricas de Francia” y otras en la Avenida Las Américas en la colonia Andrade, exactamente frente al hospital “López Valdivia”.
Aquella mañana del 28 de octubre de 1966 amaneció soleado. Desde temprana hora el equipo de producción, en conjunto con varios oficiales de tránsito y policía, prohibieron el acceso de vehículos en los alrededores de la Plaza Principal (aún no era zona peatonal) y acordonaron parte de la calle Madero y todo el Portal Bravo.

La mayor parte de aquella cinta se filmó en la capital del estado, invitados por el entonces gobernador Juan José Torres Landa.

Pili y Mili, así como los demás actores, se hospedaban en “La Venta Vieja de San Javier” en la ciudad de Guanajuato, de donde salieron poco antes de las ocho de la mañana para dirigirse a León. A eso de las nueve horas se estacionaron frente a los portales los automóviles donde venían las estrellas, siendo recibidas por el alcalde municipal don Ángel Vázquez Negrete y los señores Luis y Pedro Pons, propietarios de “Las Fábricas de Francia”, entre los aplausos y vivas de los cientos de leoneses que desesperados intentaban conseguir un autógrafo de las bellas hermanas y el guapo Joaquín Cordero.
Unos pocos segundos en pantalla significan horas y horas de ensayo, movimiento de equipo, filmar y refilmar la misma escena una y otra vez… por eso la gente se sorprendió al descubrir, cuando se proyectó la cinta en los cines un año después, que de León sólo se ven unas pocas tomas.
Terminando el rodaje los participantes comieron rápidamente en el restaurant del Hotel Condesa y de allí se dirigieron a las instalaciones del periódico “El Heraldo”.

La señora Gloria Martín del Campo recibe los autógrafos de Joaquín Cordero, Pili y Mili.
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